Sin aviso, es cierto... Pero certera es la puntería de la intriga.
Caen sobre mi las mil y un preguntas,
Todas ansiosas de atesorada respuesta,
Aunque todas con un mismo epicentro,
Un mismo entorno, tú.
De alguna forma pensar en ajenidades cercanas a tu piel me erizan,
Lo pienso y un curioso oleaje de temor arrasa con mi cuerpo,
Una playa de pensamientos se revuelca en mis ojos,
Toma posada en mi un sentimiento extraño.
Una unión de temor con celos y un poco de ácido, para ser agregado a la mezcla en mi cabeza.
Ciertas preguntas llegan a mi, ciertas interrogantes llegan sin notificación y bajo invitación enemiga...
Sin aviso, es cierto... Pero certera es la puntería de mi intriga.
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